Si pretendemos domar a nuestro caballo, primero deberemos entender su comportamiento ¿por qué se muestra testarudo?, ¿qué le motiva?, ¿cuáles son sus necesidades?…

Sólo un caballo satisfecho, que se encuentre a gusto con su dueño, responderá correctamente a las órdenes que éste le de.


* Comportamiento social del caballo:

El caballo es un animal con tendencia a vivir en manada, en un grupo social. Como cualquier grupo, una manada de caballos se estructura a través de unas reglas y una de las más importantes es la jerarquía: cada caballo tiene una posición dentro del grupo, que será importante conocer para poder definir las características de la doma que necesitaremos realizar:

Las yeguas heredan su rango, no tienen que pelear por él, por ello se pueden mostrar hostiles entre ellas, ya que dos yeguas tienen siempre el mismo rango.

El macho debe luchar por alcanzar una posición priviligiada en la manada: esto le da un carácter mucho más duro y agresivo, lo que implica unas características que deberemos tener en cuenta en su doma:

o  Su manejo para el trabajo es más difícil.
o  Se rebelan con facilidad.
o  No aceptan las injusticias.

El semental jefe y la yegua jefa conviven al mismo nivel, sin disputarse ambos rangos.

El caballo de rango máximo (líder) puede echar a cualquier otro caballo del sitio en donde estén, sin ningún tipo de razón.

El caballo que tiene un rango inferior, no puede pasar por delante de otro con mayor rango. Irá por detrás y lo hará sin quejarse. Esto hace que, en situaciones de peligro, la manada no se disperse; el caballo de rango superior marca la dirección y el resto le siguen.

Los potros también seguirán a las madres sin separarse jamás de ellas.

El caballo de rango superior puede empujar a otros, lo hace con objeto de que la manada no se separe y además para rechazar a sementales jóvenes que comienzan a imponerse. Esta es la razón por la que el caballo obedece al jinete: ya que al quedar fuera de su espacio visual, para el caballo es como si el jinete fuera el semental que le está empujando.

Esta jerarquía existe en cualquier raza de caballo y es aceptada por todos sus miembros.

Su visión: el caballo tiene un campo de visión muy amplio, entre 340º y 360º, con las siguientes características:

o Dispone de un campo ciego, que le impide ver en línea recta delante suyo, sobre algo   más de un metro.
o  La visión lateral con un sólo ojo no le permite percibir el relieve, por eso   deberemos permitirle girar la cabeza.
o A pesar de que percibe mal los detalles, es muy sensible al movimiento.
o Puede ver de noche.

Su oído: el sentido del oído en el caballo está muy desarrollado:

o  Puede escuchar sonidos imperceptibles para el hombre.
o  Sus orejas se orientan hacia el lugar en donde se ha producido el ruido.

– Su olfato: es también un sentido muy desarrollado. Pueden llegar a reconocerse por medio de este sentido, siendo el que utiliza el potro para buscar a su madre.

Sus lenguajes: el caballo utiliza diferentes partes de su cuerpo junto con los sonidos para comunicarse, conviene saber qué quiere decirnos con cada uno de estos lenguajes:

Orejas: nos muestran el estado de ánimo del animal:
o Lánguidas y caídas: significa que el caballo no está a gusto o se encuentra enfermo.
o También es un síntoma de sumisión.
o Erguidas y en movimiento: estado de vigilancia.
o Enderezadas y giradas hacia delante: existe algo que le llama la atención.
o Verticales: significan desconfianza.
oUna oreja hacia delante y otra hacia detrás: duda (puede no haber comprendido algo de lo que estamos intentando transmitirle durante la doma).

Cola: símbolo de energía, sus movimientos también nos informan sobre el estado del caballo:
o En alto: señal de alegría.
o Entre las ancas: sugiere desconfianza.

Sonidos: a pesar de que el caballo no emite muchos sonidos, deberemos saber qué significa cada uno de ellos:
o Bufido: cuando el caballo expulsa aire por su nariz, es símbolo de contento.
o Mugido: indica temor o desconfianza ante algo que no conoce.
o Gruñido: señal de dolor.
o Chillido: normalmente es breve y agudo, y suelen ser las hembras quienes lo emitan, para manifestar su mal humor (casi siempre cuando se encuentran delante de otra yegua).
o Relinchos: existen multitud de ellos, pero los más comunes son producidos por nerviosismo o cuando un caballo es apartado del resto de la manada, para llamar a sus compañeros.

Esta mi caballo sano o enfermo ?

Publicado: febrero 21, 2011 en Caballos, Veterinaria

¿ CABALLO SANO O CABALLO ENFERMO?

Existen indicios bastante indicadores que nos ayudarán a saber si nuestro caballo está padeciendo cualquier tipo de enfermedad, algo que podremos llegar a saber realizando un sencillo examen del animal.

CABALLO SANO:

  • Ojos limpios y brillantes.
  • Capa brillante, sin caída de pelo.
  • A la hora de comer lo hará bien, mascando con facilidad.
  • Orina casi transparente o de color amarillo pálido.
  • Sus extremidades y cascos deberán estar fríos, sin ningún tipo de inflamaciones.
  • Al andar, repartirá el peso uniformemente entre sus cuatro extremidades (sin embargo, tenga en cuenta que el cambio constante del peso de una extremidad a otra, sobre todo en las delanteras, no es un buen síntoma.
  • Su temperatura correcta se sitúa alrededor de los 38ºC.
  • Su pulso, en reposo, oscilará entre las 36 y 42 pulsaciones por minuto.
  • Su respiración, también en reposo, variará entre las 8 y las 12 inspiraciones por minuto, debiendo hacerse con suavidad y sin esfuerzo.


CABALLO ENFERMO:

  • El aspecto general de un caballo enfermo es de abatimiento y tristeza.
  • Las orejas estarán caídas hacia atrás, la cabeza baja y los ojos se mostrarán inexpresivos y apagados (incluso en ocasiones le llorarán).
  • Su pelo habrá perdido el aspecto brillante y se mostrará opaco.
  • En caso de que observemos que se echa sin un motivo claro, debemos tener en cuenta que es un síntoma de enfermedad.
  • Si observamos que escarba, que suda mucho y que se muestra inquieto, lo haremos ver por un veterinario, puesto que todos ellos son síntomas de un cólico.
  • Para determinar la existencia de una contusión, palparemos la zona, ésta existirá si observamos calor (en ocasiones vendrá acompañada de una clara inflamación).
  • Aunque las cojeras pueden resultar evidentes, en ocasiones resulta difícil concluir en qué extremidades se encuentra la dolencia, para poder ponerle solución. Una forma de saberlo es la siguiente:

    -En primer lugar miraremos los cascos, tratando de ver si alguno está caliente o si existe alguna herida o piedra encajada.
    -Después palparemos toda la extremidad.
    -A continuación, haremos que el caballo trote, teniendo en cuenta lo siguiente: si la cojera se encuentra en los anteriores, bajará la cabeza al cargar el peso en la mano buena y la levantará al pisar con la mano que le produce dolor. En caso de que la cojera se encuentre en las extremidades posteriores, el corvejón y la cadera del pie afectado parecerán levantarse más al pisar.

Todo esto nos servirá como un primer acercamiento a un posible problema, en caso de que comprobaremos que éste exista o de que simplemente observemos que el aspecto general del caballo empeora, lo más adecuado será ponernos en contacto con el veterinario y comentarle los signos que muestra.

Nudos útiles: El nudo de «rizo»

Cuando atamos el caballo con una sogal, el nudo deberá ser seguro y fácil de deshacer. El «nudo de rizo», también llamado «nudo llano con vuelta», es el ideal en estos casos. Bastará tirar del extremo libre para desatarlo, pero nunca aflojará si el caballo se empecina a tirar desde su lado.

Nudos útiles: El nudo «as de guía»

Este nudo no permite que una lazada se deslice cuando, por ejemplo, atamos una soga al cuello del caballo. Usándolo siempre, evitaremos desagradables consecuencias al caballo, en el caso muy común que éste pisando la soga, levante la cabeza de un tirón. Deberíamos saber hacer este nudo hasta a oscuras.

Reglas para una correcta alimentación

Publicado: febrero 21, 2011 en Caballos

A continuación recogemos una serie de reglas que  «los que saben de caballos» aconsejan seguir para la correcta alimentación de tu caballo.
1.- Mantener siempre una dieta equilibrada: esto es, variar los alimentos del caballo, vigilando que no sólo coma hierba o pienso.

2.- Darle gran número de comidas pero cada una de ellas de poca cantidad: el estado natural del caballo le hace comer prácticamente de forma constante, nunca debemos dejarle más de ocho horas seguidas sin comer. Pero sin darle gran cantidad en cada una de las comidas.

3.- Cree una rutina y sígala : los caballos son animales de costumbres, cualquier cambio en el horario de sus comidas de puede llegar producirles una alteración intestinal.

4.- No haga cambios repentinos en la dieta: podrían producir trastornos intestinales en el animal.

5.- Tenga preparada constantemente agua limpia y fresca: debemos darle agua antes de las comidas. El agua es fundamental para el caballo ya que supone un 60% de su peso corporal y además la utiliza para la digestión.

6.- No oblige al caballo a realizar fuertes trabajos o a viajar justo después de comer.

7.- Mantenga limpias todas las zonas de almacenaje de la comida.

8.- Intente que el heno permanezca siempre seco.

9.- Vigile la calidad de todos los alimentos.

Tenga en cuenta que cada caballo deberá ser tratado como un individuo a la hora de diseñar su dieta. Tenemos que analizar sus características particulares: raza, peso, edad, ejercicio que realiza a lo largo del día… para poder determinar qué tipo de alimentación precisa, así como su cantidad.

Puede guiarse por estos parámetros para determinar la cantidad de comida que requiere su caballo:

  • Un caballo de más de 1,50 metros: entre 12 y 14 kg de comida diaria.
  • Un caballo de menos de 1,50 m: entre 11 y 12,5 kg.
  • Para determinar la relación óptima entre la cantidad de forraje y de pienso puede hacerlo según estos datos: Comida de mantenimiento o básica: 100-70% forraje y 0-30% piensos concentrados. Para mantener al animal en su peso, dieta óptima durante la época del verano.
    – Comida para animales que realizan poco trabajo: 70-60% forraje y 30-40% piensos.
    – Comida para caballos de trabajo medio: 60-50% forraje y 40-50% de piensos.
    – Comida para animales que desarrollan un trabajo duro o de competición: 50-40% forraje y 50-60% piensos.
    – Comida para animales que compiten en pruebas de alta resistencia o que realizan un trabajo muy duro: 30-40% forraje y 60-70% piensos.

Si observa que su caballo se comporta de manera extraña, tal vez sea porque tiene fiebre. Si no dispone de un termómetro a mano para comprobarlo, podemos tocarle las orejas; si éstas están calientes, puede ser un síntoma de fiebre.

Claro está que el calor en las orejas puede ser producido por otras causas, pero si el caballo tiene las orejas frías puede estar tranquilo porque no tiene fiebre.

Concretando:  podremos estar seguros que el caballo no tiene fiebre cuando sus orejas estarán frías, cuando están calientes puede o no tener fiebre.

Hola amigo caballo !

Publicado: febrero 20, 2011 en Anatomía, Caballos, Veterinaria
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Partes del cuerpo del caballo, una guía rápida para familiarizarnos con la anatomía de nuestro amigo.